Por Roira Sánchez, ElCaribe
17 de Ene 09
Aires que fomentan cambios, nuevas perspectivas para un contorno de la sociedad que a veces es olvidado, pero sin el cual no se forma una nación.
La valoración de la diversidad cultural es la base para la creación de oportunidades que incrementen y diversifiquen las distintas proyecciones que desde hace décadas se han multiplicado a través de organizaciones impulsadoras de las expresiones del pueblo dominicano.La cultura no sólo es fuente para la innovación, la creatividad aplicada o la resolución de problemas, también es el eje propulsor en las sociedades actuales de la libertad de expresión. Ella, es la única responsable de que los individuos puedan vivir una vida plena, eligiendo su/s identidad/es. El desarrollo humano consiste en ampliar las opciones de los individuos con el fin de permitirles ser quienes son y quienes pueden ser, desarrollando todas sus capacidades. De ahí que la libertad cultural se convierta en una de sus herramientas básicas, ya que significa dar a los individuos la autonomía para elegir sus identidades, sin excluir otras opciones importantes. “Para alcanzar tales propósitos, se requiere de una ciudadanía cultural responsable y activa, la cual sólo es posible si los dominicanos fortalecemos una cultura pública común, fundamentada en el ejercicio práctico de los derechos culturales, sociales, económicos y políticos reconocidos constitucionalmente”, sostuvo Roldán Mármol, presidente de la Red Dominicana de Culturas Locales en entrevista para El Caribe. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el siglo XXI reclama como pilares de una sociedad civilizada y desarrollada la diversidad cultural y la libertad cultural y reconoce “la necesidad permanente de lograr un equilibrio entre el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente”. La diversidad cultural es la aspiración de los pueblos a desarrollarse, en el plano internacional, en un ambiente favorable a la expansión de todas las culturas, en el marco de un auténtico diálogo. El principio de la heterogeneidad propone una concepción moderna del mundo basada en el respeto de las pluralidades.Por esta razón, la Red Dominicana de Culturas Locales o Red Cultural cristaliza los sueños de cientos de instituciones que han trabajado por la cultura en suelo nacional y nace con el objetivo de construir una sociedad cada vez más democrática, afirmada y reconocida por sus valores culturales. La Red Cultural está integrada por artistas, productores y gestores culturales reunidos bajo la convicción de que el trabajo en red constituye un concepto de gestión cultural que implica compartir información y capitalizar experiencias. “La Red Cultural surge como una idea hace 5 años atrás, sin embargo, viene con cientos de antecedentes de distintos colectivos culturales. A finales de la década de los 80 y principios de los 90 trabajábamos con un espacio de creación artística que se llamó Autodescubrimiento, este programa estaba encargado de la conmemoración de los 500 años del Descubrimiento. En ese entonces, se erigió una propuesta nacional que exhibía los años de resistencia indígena, negra y popular, hechos que concatenaron, entregaron y marcaron al pueblo dominicano. El Centro Dominicano de Estudios de la Educación (Cede), ubicado en Gazcue, fungió como organización de soporte al desarrollo de esta iniciativa. Toda esta formación posibilitó la integración de una gran diversidad de instituciones, organizaciones, artistas, trabajadores culturales y comunicadores de todo el país para darle continuidad como un espacio nacional”, enfatizó Mármol. A raíz de las nuevas tendencias culturales que requieren estrategias y herramientas para incrementar su productividad y mejorar su competitividad la Red Cultural es la manera de instalar a República Dominicana en el contexto regional e internacional con una identidad clara que resume originalidad, innovación y calidad.“La República Dominicana, con el objetivo de construir una sociedad cada vez más democrática, requiere ser afirmada y reconocida en su diversidad cultural, ya que la verdadera unidad nacional debe estar cimentada en el patriotismo constitucional. Para alcanzar tales propósitos, los dominicanos debemos fortalecer nuestras raíces, aceptar y reconocer los antecedentes que sellaron lo que hoy en día es nuestra identidad”. El equipo de la Red Cultural se encuentra formado por destacadas figuras “pesos pesados” del arte dominicano, entre ellos están: Roldán Mármol, Dagoberto Tejeda, Jorge Guigni, Manuel Guillén, Nadal Walcot, Jorge Acosta, Jesús Sosa, Pedro Julio Quezada, Alejandro Abreu, Víctor Piñeyro, Senia Rodríguez, Rafael Almánzar, José Cruz, José García, Luisa Ortiz, Francisco Paulino, Rubén Villalona y Andrés Portes.Mientras que la lista de instituciones es amplia y continúa extendiendo sus horizontes a nivel nacional. Organizaciones como el Centro León, Fundación Cofradía, Movimiento Cultural 4 de Julio, Casa de Arte, Federación Dominicana de Arte y Cultura, Foro Ciudadano, Instituto Dominicano de Folklore, Fundación Sol Naciente, Fundación para el Desarrollo de Samaná (Hermanos Guillén), Secretaría de Extensión de la UASD, Baile Contemporáneo Moderno y Comité Pro-Desarrollo de Nigua, entre otras, son algunas de las entidades que luchan por no dejar perder el legado cultural que dejaron las generaciones anteriores.Sin embargo, a pesar de los avances y luchas construidas por los valores y reconocimientos de la identidad en suelo nacional, aún los colectivos en pro de la cultura no obtienen el apoyo requerido de diversas instituciones. Es por ello que hay que ejercer una acepción más amplia del concepto de cultura, que no se restringe a las manifestaciones artísticas o al patrimonio arquitectónico de una nación. Más bien que la cultura de un pueblo no se expresa por generación espontánea. Igual que los derechos, necesita espacios, concretos y simbólicos donde ejercerse. Necesita herramientas para abrir canales de expresión, políticas para generar oportunidades, recursos para potenciar su producción, la participación de todos y la inclusión en el proyecto de nación.
17 de Ene 09
Aires que fomentan cambios, nuevas perspectivas para un contorno de la sociedad que a veces es olvidado, pero sin el cual no se forma una nación.
La valoración de la diversidad cultural es la base para la creación de oportunidades que incrementen y diversifiquen las distintas proyecciones que desde hace décadas se han multiplicado a través de organizaciones impulsadoras de las expresiones del pueblo dominicano.La cultura no sólo es fuente para la innovación, la creatividad aplicada o la resolución de problemas, también es el eje propulsor en las sociedades actuales de la libertad de expresión. Ella, es la única responsable de que los individuos puedan vivir una vida plena, eligiendo su/s identidad/es. El desarrollo humano consiste en ampliar las opciones de los individuos con el fin de permitirles ser quienes son y quienes pueden ser, desarrollando todas sus capacidades. De ahí que la libertad cultural se convierta en una de sus herramientas básicas, ya que significa dar a los individuos la autonomía para elegir sus identidades, sin excluir otras opciones importantes. “Para alcanzar tales propósitos, se requiere de una ciudadanía cultural responsable y activa, la cual sólo es posible si los dominicanos fortalecemos una cultura pública común, fundamentada en el ejercicio práctico de los derechos culturales, sociales, económicos y políticos reconocidos constitucionalmente”, sostuvo Roldán Mármol, presidente de la Red Dominicana de Culturas Locales en entrevista para El Caribe. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el siglo XXI reclama como pilares de una sociedad civilizada y desarrollada la diversidad cultural y la libertad cultural y reconoce “la necesidad permanente de lograr un equilibrio entre el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente”. La diversidad cultural es la aspiración de los pueblos a desarrollarse, en el plano internacional, en un ambiente favorable a la expansión de todas las culturas, en el marco de un auténtico diálogo. El principio de la heterogeneidad propone una concepción moderna del mundo basada en el respeto de las pluralidades.Por esta razón, la Red Dominicana de Culturas Locales o Red Cultural cristaliza los sueños de cientos de instituciones que han trabajado por la cultura en suelo nacional y nace con el objetivo de construir una sociedad cada vez más democrática, afirmada y reconocida por sus valores culturales. La Red Cultural está integrada por artistas, productores y gestores culturales reunidos bajo la convicción de que el trabajo en red constituye un concepto de gestión cultural que implica compartir información y capitalizar experiencias. “La Red Cultural surge como una idea hace 5 años atrás, sin embargo, viene con cientos de antecedentes de distintos colectivos culturales. A finales de la década de los 80 y principios de los 90 trabajábamos con un espacio de creación artística que se llamó Autodescubrimiento, este programa estaba encargado de la conmemoración de los 500 años del Descubrimiento. En ese entonces, se erigió una propuesta nacional que exhibía los años de resistencia indígena, negra y popular, hechos que concatenaron, entregaron y marcaron al pueblo dominicano. El Centro Dominicano de Estudios de la Educación (Cede), ubicado en Gazcue, fungió como organización de soporte al desarrollo de esta iniciativa. Toda esta formación posibilitó la integración de una gran diversidad de instituciones, organizaciones, artistas, trabajadores culturales y comunicadores de todo el país para darle continuidad como un espacio nacional”, enfatizó Mármol. A raíz de las nuevas tendencias culturales que requieren estrategias y herramientas para incrementar su productividad y mejorar su competitividad la Red Cultural es la manera de instalar a República Dominicana en el contexto regional e internacional con una identidad clara que resume originalidad, innovación y calidad.“La República Dominicana, con el objetivo de construir una sociedad cada vez más democrática, requiere ser afirmada y reconocida en su diversidad cultural, ya que la verdadera unidad nacional debe estar cimentada en el patriotismo constitucional. Para alcanzar tales propósitos, los dominicanos debemos fortalecer nuestras raíces, aceptar y reconocer los antecedentes que sellaron lo que hoy en día es nuestra identidad”. El equipo de la Red Cultural se encuentra formado por destacadas figuras “pesos pesados” del arte dominicano, entre ellos están: Roldán Mármol, Dagoberto Tejeda, Jorge Guigni, Manuel Guillén, Nadal Walcot, Jorge Acosta, Jesús Sosa, Pedro Julio Quezada, Alejandro Abreu, Víctor Piñeyro, Senia Rodríguez, Rafael Almánzar, José Cruz, José García, Luisa Ortiz, Francisco Paulino, Rubén Villalona y Andrés Portes.Mientras que la lista de instituciones es amplia y continúa extendiendo sus horizontes a nivel nacional. Organizaciones como el Centro León, Fundación Cofradía, Movimiento Cultural 4 de Julio, Casa de Arte, Federación Dominicana de Arte y Cultura, Foro Ciudadano, Instituto Dominicano de Folklore, Fundación Sol Naciente, Fundación para el Desarrollo de Samaná (Hermanos Guillén), Secretaría de Extensión de la UASD, Baile Contemporáneo Moderno y Comité Pro-Desarrollo de Nigua, entre otras, son algunas de las entidades que luchan por no dejar perder el legado cultural que dejaron las generaciones anteriores.Sin embargo, a pesar de los avances y luchas construidas por los valores y reconocimientos de la identidad en suelo nacional, aún los colectivos en pro de la cultura no obtienen el apoyo requerido de diversas instituciones. Es por ello que hay que ejercer una acepción más amplia del concepto de cultura, que no se restringe a las manifestaciones artísticas o al patrimonio arquitectónico de una nación. Más bien que la cultura de un pueblo no se expresa por generación espontánea. Igual que los derechos, necesita espacios, concretos y simbólicos donde ejercerse. Necesita herramientas para abrir canales de expresión, políticas para generar oportunidades, recursos para potenciar su producción, la participación de todos y la inclusión en el proyecto de nación.
